Hacer presente en el mundo de hoy la Misericordia de Dios expresada en el Corazón de Jesús con el poder del Espíritu Santo, por medio de los distintos ministerios. El amor al prójimo es la respuesta al amor y misericordia de Dios.

Misión

Llevar el grito del amor de Dios al hombre con el poder del Espíritu Santo, proclamando el Corazón que se ofrece.

Visión

Hacer consciente al hombre de su dignidad de hijo de Dios. Procurando su desarrollo completo. Haciendo posible la repuesta de abrir su corazón al Amor que Dios le ofrece.

Para poder vivir nuestra vocación lo primero es estar con EL y para EL, para dejarnos amar por EL. Sólo a sus pies, en profunda vida de unión con El, podemos ser poseídos por su Espíritu, recibiendo así el don de comprender, apreciar y amar el llamado personal de ir hasta los confines de la tierra como Misioneras del Amor y la Misericordia.

El dar fruto en el terreno espiritual y en el del apostolado dependerá de la profunda conciencia, realización y vivencia de los sentimientos del Corazón de Jesús. Hacerlos nuestros en nuestra propia vida y ser canal de esos sentimientos para los demás como respuesta a ese amor. Esto llevará a cada Misionera del Amor y la Misericordia a una total dedicación, compromiso y entrega de si a la Persona de Amor de Cristo, poseídas y conducidas por el Espíritu Santo.